He empezado a caminar descalza por el monte y es como si hubiera accedido a una nueva dimensión
Mi propia experiencia
1. Los pies son una enorme puerta sensorial
Cuando se camina sin zapatos, al haber más de 8.000 terminaciones nerviosas en cada centímetro cuadrado, de repente notas de forma más aguda la temperatura, la humedad, las características del terreno, su vegetación. Es como si se hubiera abierto un foco nuevo de percepción y la relación con el entorno se intensifica.
2. Incrementa la propiocepción
Que es el sentido que nos permite percibir la ubicación, el movimiento y la acción de las partes del cuerpo. Al incrementarse cuando caminas con el pie desnudo notas que mejora el manejo del cuerpo y su relación con el entorno.
3. Mejora el equilibrio y reduce el riesgo de caídas
Lo muestra un estudio de Nature 2021, pero yo lo he percibido por mí misma:
A veces paso por unos acueductos que tienen una caída de unos diez metros. Son anchos (dos metros) pero aun así, suelo cruzar prevenida. En cambio, cuando he pasado descalza tengo mucha mayor seguridad y dominio de mi cuerpo.
Y tiene su lógica, porque cuánto más camino descalza, más noto que se me ensancha el pie por delante y se incrementa la superficie de contacto con el suelo.
4. Te llena de energía
He estado caminando descalza unos dos o tres kilómetros al día y noto como la energía va subiendo desde las plantas de los pies hacia arriba. Cuánto más largo es el recorrido más arriba llega la vibración.
Y, cuando me calzo y sigo caminando, esa energía sigue ahí y me siento con más fortaleza durante todo el paseo y al volver a casa.
5. Comprendes mejor a las vacas
Había visto muchas veces un pequeño camino que iba por la tierra, paralelo al camino principal, pero no sabía por qué estaba ahí.
Cuando he caminado descalza por el camino principal, me he pinchado con las piedras y he tenido que ir por ese pequeño camino paralelo lleno de huellas de vaca. Entiendo que a ellas también les molestan las piedras en las pezuñas y prefieren el terreno blando de los laterales.
6. El monte no pincha
Al menos al final de un invierno lluvioso. Supongo que en verano con todos los cardos será diferente.
Los pequeños palos y piedras que hay, tienen el colchón de la tierra húmeda y no molestan.
Solo pincha lo humano: el camino, que está hecho para ser recorrido con ruedas o con zapatos, los restos de poda que han dejado los forestales para que el camino haga de cortafuegos… (No digo que no haya que hacerlo, solo que pincha.)
Y también pinchan los enebros. Desprenden unas púas que se clavan en el pie, por lo que hay que rodearlos y eso te ayuda a ser más consciente de la vegetación y su relación con el suelo.
7. Si llueve, resbala una barbaridad
La arena, cuando se moja, forma una pista de patinaje para los pies descalzos, por lo que hay que buscar zonas cubiertas por vegetación para poder caminar.
8. La velocidad tiene que ver con la experiencia
Descalza se anda más despacio y cuanto más complicado es el terreno, más lentamente requieren ir los pies. El dolor que producen las piedras y los pinchos es proporcional a la velocidad.
9. Soy más silenciosa descalza y eso tiene premio
El otro día, por ejemplo, al ir descalza y hacer menos ruido, oí el crujido de una rama y me detuve sobre un pequeño puente. En el monte, el oído es el que te avisa de la presencia de otr@s. Por debajo de mí, a unos dos metros, pasaron tres corzas que trotaron monte arriba. Las pude observar largamente porque no me detectaron. Cuando ya desaparecían de mi vista, una se volvió me miró con cara de interés y siguió monte arriba emitiendo uno de sus ladridos característicos:
No las hubiera podido ver si hubiera llevado zapatos, porque habría ido más rápido y haciendo más ruido y ellas habrían tomado otro camino.
10. Lo malo…
Además de un par de astillas que me he clavado, lo malo es que hay que estar más pendiente de dónde pisas, por lo que observas menos el paisaje y da pereza calzarse y descalzarse cuando el terreno obliga a usar zapatos.
También es importante hacer una transición gradual para evitar lesiones y deben tener cuidado las personas con desalineaciones biomecánicas, a las que, según los podólogos, les conviene más el uso de plantillas.
¡Y ojo! Tengo la sensación de que es un camino de no retorno y que volver a encerrar los pies en zapatos carcelarios deja de ser una opción.
El enriquecimiento en cuanto a la percepción y la salud, hacen que valga la pena la experiencia.
Lo que dicen los expertos
Los pies están interconectados con los órganos del cuerpo y se ha estudiado que el grownding y andar descalza/o por la arena, el agua, la tierra, el césped… tiene muchos beneficios y cada vez hay más personas que lo practican.
- Mejora la postura corporal
- Previene la oxidación y el envejecimiento
- Neutraliza los radicales libres
- Baja la glucosa en sangre
- Reduce la presión arterial
- Baja la inflamación y el dolor crónico
- Se duerme mejor
- Aumenta la energía y la vitalidad
- Reduce el cortisol, responsable del estrés
- Mejora la circulación sanguínea
- Refuerza las defensas
- Mejora la salud mitocondrial
- Refuerza el tono de la musculatura de los pies
- Mejora el equilibrio
- Reduce el riesgo de caídas
- Los niños descalzos aprenden mejor y tienen un mayor desarrollo de la inteligencia
Si no has visto el documental Earthing, te recomiendo que busques un rato y lo mires; dura 75 minutos y en él se muestran los estudios realizados sobre el tema:
Se puede combinar ir descalza/o con el uso de calzado minimalista
Vivimos con los pies atrofiados por los zapatos normales y no siempre se puede ir descalza/o; por eso es interesante la posibilidad de usar calzado minimalista o respetuoso, que es:
- más ancho en la parte de los dedos,
- sin altura posterior,
- con la suela fina para sentir el suelo.
Según el estudio de Nature 2021, los participantes que llevaban calzado minimalista aumentaron la fuerza de sus pies una media de 57,4% en seis meses. El estudio también mostró una mejora del equilibrio, menor impacto en las articulaciones y una reducción del riesgo de caídas.
No a los tacones
Los desarreglos del pie afectan al 70% de la población.
De ellos, los problemas con el antepié suponen el 80%; la mayoría se da en mujeres debido al uso de tacones.
¿Es preferible parecer bella y estar a una plataforma de distancia de la tierra a tener salud, estar cómoda, poder correr si es necesario? La belleza es subjetiva y si creemos que tiene que ver con tener un cuerpo estilizado, se debe a los cánones impuestos por las modas, no a la realidad de lo que ES bello.
Si te resistes a dejar los tacones de lado, te recomiendo que leas El mito de la belleza. El libro tiene 35 años y, aunque sea una lástima, sigue siendo totalmente vigente si cambiamos la palabra “revistas” por “redes sociales”.
¡Caminar sin tacones y sin zapatos es una nueva dimensión!
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Ayer fue la salida de prueba por la reserva y realmente es un cambio enorme en términos de paz mental y energía! Quiero volver a repetirlo. Gracias Natalia por contagiarnos. Abrazos!
¡Qué bueno! A mí ya se me está haciendo callo… ja ja ja. Vivo descalza.
Ojalá pronto podamos caminar descalzas y juntas. Un beso.
¡Pronto!
Me encantará probarlo pero me dan miedo las garrapatas.
Hola Emma, en esta época no hay muchas, son más de época caliente. Saludos