Por qué lo llamamos amor cuando en realidad es…

amor

Por qué lo llamamos amor cuando en realidad es…

Imagina esta situación.

El corazón late con fuerza, lo siento en el pecho y también en la garganta, en los oídos.

Algo parecido a burbujas ascienden desde el abdomen y se quedan en la boca del estómago, casi no puedo respirar.

Miro su cara y me quedo sin aliento, esos ojos oscuros, intensos parecen conocer hasta mis peores secretos.

Me sonrojo, quiero hablar, decirle todo aquello que había preparado.

Estamos solos los dos en medio de un mundo difuminado en el que solo importamos nosotros.

Es el momento de la verdad, o el de la mentira, pero es el momento, ese instante en el que uno querría volar, aunque sienta el peso de la angustia en los zapatos.

Abro la boca.

Voy a hablar.

Es importante…

¿Es una escena de amor o de miedo?

Podría ser cualquiera de las dos porque los efectos del amor y los del miedo son muy parecidos, si no fuera porque son incompatibles.

[piopialo vcboxed=»1″]Lo contrario del miedo no es la valentía sino el amor.[/piopialo]

Como dice Huxley:

“El amor ahuyenta el miedo y, recíprocamente el miedo ahuyenta al amor. Y no sólo al amor el miedo expulsa; también a la inteligencia, la bondad, todo pensamiento de belleza y verdad, y sólo queda la desesperación muda; y al final, el miedo llega a expulsar del hombre la humanidad misma”.

Amor es:

Asumir que el otro no es perfecto.

Sentirse traicionado y, aun así, intentar entender al otro y no tirar la toalla.

Tender la mano y que haya otra mano para acompañarte.

Emocionarte al ver sus ojos brillar.

Emocionarte al ver que sus ojos ya casi no brillan.

Dejar al otro ir cuando su camino se desvía.

Acoger al que llega pidiendo ser resguardado.

Compartir.

Charlar.

Abrazar.

Llorar juntos.

Y también reír…

Miedo es:

Querer que el otro sea como uno desea, sin aceptar su otredad.

Transformar la propia forma de ser para que al otro le guste.

No tender la mano por si no hay otra que la sujete.

Temer la pérdida de brillo en los ojos (propios o ajenos)

Tratar de que el otro se quede a pesar de que tenga que partir.

Rechazar al que nos hizo daño.

Guardar bajo llave los sentimientos para no ser heridos.

Querer tener razón.

Maltratar.

Aguantar las lágrimas.

El sarcasmo…

¿Miedo o amor?

Da miedo cómo se trivializa el amor, llenándolo de mensajes prefabricados y coranzocitos.

Da miedo el Amor de verdad porque no es fácil, ni es siempre divertido, ni siempre tierno.

Pero cuando uno logra Amar, desaparece el miedo, lo ahuyenta, como dice Huxley, y ayuda a que uno se relaje en lo que ES.

1 Comentario

  1. María

    Felicidades, no lo podrías describir mejor.

    Responder

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Suscríbete y recibe pequeñas historias semanales

Apúntate aquí:

* campo obligatorio
   

Te recomiendo mi último libro: