En la puerta del sol, en el año que fue…

En la puerta del sol, en el año que fue…

La Puerta del Sol es la protagonista de nuestra noche vieja; la atención de todos está puesta en la bola del reloj; una cierta emoción (por muy escépticos que seamos) nos recorre el estómago cuando tomamos las uvas y nos abrazamos o nos besamos. Todas las luces y la parafernalia hacen que lo sintamos como un comienzo: algo nuevo.

¿Y lo viejo? Comprenderlo es una forma de dar paso a lo nuevo. Por eso y para cerrar el 2011 quiero hacer un pequeño homenaje a todos los que han pasado por la Puerta del Sol:

  • Indignados que cuestionan el sistema y que creen que un mundo mejor es posible y no solo lo creen también lo practican y se implican en tratar de cambiarlo.
  • Policías a los que tal vez les gustaría estar acampados (o no) pero su obligación es desacampar a los demás.
  • Tenderos y comerciantes que defienden sus puestos de trabajo con uñas y dientes.
  • Profesores que quieren de verdad educar, que tienen vocación de servicio para que nuestros hijos (los de todos) estén preparados para vivir más plenamente.
  • Turistas que suponen más del 10% del PIB y que este año han sido de lo poco que ha crecido en nuestro país.
  • Juerguistas que buscan en la diversión una anestesia al pesimismo reinante.
  • Currantes que solo pasan por Sol bajo tierra cuando hacen transbordo en dirección a ese puesto de trabajo que desean conservar como oro en paño, a veces soportando cosas que en otros tiempos no aguantarían.
  • Inmigrantes que vinieron en la época de bonanza y ahora ya son más de aquí que de allá y se aprietan el cinturón como uno más.
  • Todos los demás que pasaban por ahí.

Me imagino a cámara rápida todo es bullir de gente que pasa, protesta, charla, acompaña… los metros paran y arrancan en el subsuelo entre tuberías de agua y gas. Un montón de personas se llevan 12 uvas a la boca al son de las campanadas y yo sonrío:

¡Qué importantes y qué poca cosa somos los humanos!

Feliz día, feliz año, feliz vida.

3 Comentarios

  1. Jorge Vetti

    Como siempre, consigues trasmitir optimismo,vitalidad, Alegría. Y haces reflexionar…
    Esta vez, llevo la reflexión un poco más allá, y rindo homenaje a todos los colectivos que mencionas, excepto – por lo menos en su totalidad- al de la policía.
    Sin duda, constituye un «mal menor», ya que sin ellos, no podríamos vivir en sociedad, porque el «Hombre» no ha aprendido a hacerlo sin una coerción que lo contenga (valga la redundancia). Pero en una perversa espiral dialéctica, esta «fuerza disuasoria», se ha convertido en un instrumento de represión al servicio del Poder. ¿Cómo es posible que den «palos» a los trabajadores que defienden sus puestos de trabajo? ¿Al pueblo que se manifiesta contra los abusos de que es objeto? ¿A toda alternativa que cuestione al Poder?
    Recuerdas aquella canción que decía: «Vas a comer por dar palos a la gente.»
    Difícil rendir homenaje a aquellos que han perdido su Dignidad.
    Felicidades, Natalia, eres un Ser maravilloso.

    Responder
  2. Marlon Molina

    Muy buen resumen, pero no creo que seamos tan poca cosa, aunque entiendo el sentido con el que lo escribes, somos mucha cosa, seres humanos maravillosos cada uno con una historia compartiendo un mismo espacio tiempo y lugar.

    Feliz 2012

    Responder
    • nataliagomezdelpozuelo

      Gracias por tu comentario Marlon. Quiero decir que cada uno tiene su punto de vista diferente, sus «pequeñas» cosas que nos hacen a la vez «poca cosa» e importantes. Un saludo. Natalia

      Responder

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Suscríbete y recibe pequeñas historias semanales

Apúntate aquí:

* campo obligatorio
   

Te recomiendo mi último libro: