Dar calabazas no es fácil, ¿y recibirlas?

calabazas qué hacer cuando te dicen no

Dar calabazas no es fácil, ¿y recibirlas?

Le pedí matrimonio a una agente literaria… Me ha dado calabazas, pero me ha enamorado

Era una petición simbólica: busco un/a agente para una relación a largo plazo que me lleve como escritora de ficción; para la parte de divulgación ya tengo un maravilloso editor en Empresa Activa con quien he publicado varios libros, el último Hipolina Quitamiedos.

Se han leído la última novela que he escrito (Piso 13) y me han dicho que no me van a representar, pero L. ha demostrado que es una persona bella, atenta, cuidadosa y honesta.

Y, además, me ha dado las claves para que la novela crezca más; llevo seis años con ella y estoy dispuesta a seguir el tiempo que haga falta, hasta que se haga grande y pueda marchar sola. Creo que es una buena novela y se lo merece.

A ella le ha gustado mucho, a su socia menos.

Me ha dicho cosas tan bonitas sobre la novela, que me he emocionado

(Algo tendrían que ver también las calabazas que me ha transmitido con mucho pudor en la primera frase, para que no hubiera equívocos).

Para no aburrir menciono solo algunas de ellas. Las positivas:

  • Que es una novela diferente, que habla de cosas de las que nadie habla. ¡Bien! Con la cantidad de libros que se publican y de personas que escriben, es algo que me gusta oír.
  • Que cada personaje tiene una voz propia y diferenciada. ¡Bien! No es algo fácil de lograr.
  • Que los diálogos son chispeantes…

Y sí, también estaba lo menos bueno:

  • Fundamentalmente falta de verosimilitud, que creo que no me va a costar mucho corregir.
  • Y algún otro tema técnico derivado de que suelo cabalgar entre géneros y eso despista.

Para terminar, me dijo:

“Escribes muy bien ¿lo sabes?”

Se notaba que lo decía de verdad y que le estaba costando darme calabazas.

“Lo sé, muchas gracias”.

Respondí con total certeza, y me di cuenta de que aquellas dos frases eran las más importantes de toda la conversación.

Sí, ya lo sé. ¡Por fin! Es cierto que con unas personas conecto y con otras no, no se puede gustar a todos, pero tras 13 años escribiendo sin parar, he logrado dominar el oficio ¡y reconocérmelo! Algo que parece fácil pero no lo es.

Cuando uno arranca una nueva actividad ya sea…

un trabajo, un proyecto, hablar en público, una pareja, la maternidad o paternidad, un nuevo destino… y amplía su zona de confort, cuesta sentirse seguro, la duda permanente entorpece el aprendizaje y llegar a soltar ese lastre, esa barrera es, en mi opinión, una de las mejores formas de despegar en esa nueva dedicación.

Por eso quiero hacerte, una pregunta:

“Haces AQUELLO muy bien, ¿lo sabes?”

AQUELLO puede ser atender a los clientes, o hacer adornos de lana llenos de arte, o contar las cosas de forma cómica, o amar, organizar, cuidar, estudiar, mandar… Lo que sea que hagas muy bien.

El tema es que lo sepas y lo dejes crecer, porque es muy probable que por ahí se encuentre tu talento orgánico.

A mí esta experiencia me ha confirmado en el deseo de seguir este camino de escritura que tanto me cuesta y tanto me da. Creo que, a partir de ahora, me va a dar más de lo que me cuesta. (Es una intuición).

Cuando recibes valoraciones expertas y constructivas

Ha sido un regalo recibir las opiniones de dos expertas en la materia, aunque finalmente hayan decidido no “casarse” conmigo ante la discrepancia de sus opiniones.

Es normal que decidan seguir apostando por sus escritores, y no fichar a nuevos, ya que les está costando mucho “colocar” los libros de los “suyos”.

Tiempos difíciles para todos, pero cuánto mejor se viven estos tiempos cuando te cruzas en este maremágnum con una persona que se toma el tiempo de cuidar al otro, de hacer y decir las cosas con delicadeza, con mimo.

Gracias L.

Afortunadamente hay gente como tú que hace que las crisis y las noticias difíciles sean más llevaderas.

PD: Si te apetece “catar” uno de mis libros de ficción, te propongo que leas El código del garbanzo (una historia y algo más: un juego, una provocación), me lo acaban de reeditar en Bubok y en estos días te lo puedes descargar de forma gratuita si participas en la encuesta El mentalómetro de Womenalia.

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