Las videoconferencias y videollamadas nos han traído algunas incomodidades, pero también han tenido un efecto positivo, incluso alguna percepción más aguda que en la comunicación presencial.
Lo que menos gusta de las videoconferencias o videollamadas
En el siguiente gráfico te muestro las respuestas a la pregunta en una encuesta que respondieron 350 personas:
Y lo que incluyeron en “Otro”:
- No poder tener contacto físico.
- La deshumanización.
- Que la gente no escucha a los demás e interrumpe.
- No hay privacidad en el entorno personal.
- Que se oiga el ruido ambiente.
La vida física es para el humano como el agua, y la pantalla siempre será un sucedáneo del verdadero contacto. No es lo mismo admirar los Himalayas en vivo y en directo que en vídeo y en pantalla.
Pero como este tipo de comunicación ha venido para quedarse, al menos busquemos la forma de tener una experiencia amable.
Lo que más odiamos tiene, en su mayoría, una solución sencilla:
- Formarse y practicar
- Saber cómo conectar a pesar de disponer de un lenguaje no verbal limitado por las circunstancias
- Evitar la ansiedad que produce la mayor autoconciencia y autoobservación que se produce en las videollamadas…
A través de la encuesta, de numerosas charlas con amigos y mi propia observación como profesional de la comunicación, he aprendido que no solo hay dificultades a la hora de comunicar en pantalla…
También hay beneficios insospechados de las videoconferencias, te pongo algunos ejemplos:
- Nos interrumpimos menos o somos más conscientes cuando lo hacemos
- Nos da menos miedo hablar en público
- Las reuniones son más ágiles y directas
- No hay “side meetings” o mini-reuniones dentro de la reunión principal
- A veces si hay “side communication”, cuando se dice algo que tiene un significado especial para dos personas y se “cruzan” las miradas y hay un gesto de comprensión mutua, no es fácil pero cuando estás atento y se da, es muy interesante
- Puedes observar sin que la persona se sienta observada, pues no sabe a donde diriges la mirada. A través del lenguaje no verbal de una persona a la que observas puedes notar cosas que te pasarían desapercibidas si hubierais estado en grupo
- Hablar más con personas con las que no sueles encontrar tiempo para hacerlo
- La no necesidad de desplazarse
- Puedes apagar la cámara y poner las caras que quieras y, si tienes auriculares, puedes ir a por algo sin perderte la conversación
- Siempre tienes el comodín “me piro” y achacarlo a una conexión deficiente 🙂
Y la última y más importante, nos ha evitado muchos desplazamientos y nos ha ayudado a valorar en toda su magnitud la interacción en persona con los demás.
Seguiremos aprendiendo y seguiremos compartiendo. Gracias por estar a mi lado al otro lado de la pantalla.
Muchas gracias Natalia. Sigo tus consejos y te cuento como incorporo los puntos que describes.
Buen tarde y un abrazo fuerte.
Buenas tardes Natalia,
Me encanta este tema de las videoconferencias, tu sabes que fuiste quien me dio los primeros consejos y además viste los primeros videos que eran cansinos…
En el área sanitaria hacemos todas las reuniones por videoconferencia, ahora, que antes eran muy escasas y no veíamos la gran utilidad e incluso nos parecía casi imposible. Es una de las grandes oportunidades que hemos aprendido y tenemos claro que tenemos que mejorar.
Me he dado cuenta con las sesiones de videoconferencia que hay compañeros que participan mucho más que en las que hacíamos presenciales y hemos descubierto mas ideas para trabajar juntos y además cada vez se conectan mas profesionales, hoy unos 50 puntos asistenciales ( 150 profesionales)
Uno de los puntos que tenemos que mejorar son las preguntas a través del «chat» que antes de la finalizar la sesión hacen muchas preguntas y se repiten mucho lo que hace que muchas veces las preguntas importantes no se contestan por falta de tiempo.
Todos tenemos mucha necesidad que nos contesten rápido y a nuestras preguntas.
Muchas gracias por tus consejos.
Un abrazo fuerte.
¡Qué interesante tu aportación, Esther!
Para llevar a cabo un buen turno de preguntas, es necesario:
– Reservar un tiempo suficiente (en torno a un tercio del tiempo total disponible)
– Si se dispone de la ayuda de alguien que las vaya recopilando y ordenando por interés o número de veces que se repiten es ideal, pero si no,
– Se les puede pedir a los asisitentes que se las escriban y no las suban al chat hasta el momento en el que llegue el turno de preguntas para evitar que se pierdan en el chat.
Es difícil atender a ambas cosas: lo que uno dice y las preguntas que llegan, por eso, delimitar el espacio y el tiempo para preguntas ayuda. También se puede aplicar el que «levanten la mano» y hagan la pregunta a viva voz o/y recopilar las que hayan quedado en el chat sin respuesta (antes de cerrar la reunión) y darles respuesta con un vídeo, un audio o un texto que se envíe posteriormente a la reunión.
También se puede hacer un repositorio de preguntas frecuentes (FAQ) y subir ahí una buena respuesta a cada una y mandarles el link para que sepan dónde obtener la respuesta si se agota el tiempo.
Te mando un saludo muy especial y me alegra ver que sigues creciendo en tu comunicación.
Natalia
Muchísimas gracias Natalia. En la próxima sesión pongo en practico algunas de tus indicaciones.
Que tengas un fantástico día. Un abrazo.