Por una Navidad «sin»

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Por una Navidad «sin»

Tengo preciosos recuerdos de la navidad de cuando era niña y de cuando mis hijos eran niños, pero ya no uso “Navidad”, en ninguno de sus sentidos, salvo en disfrutar a las personas queridas que vienen en fechas señaladas, tal vez porque se ha comercializado tanto que ha perdido el sentido.

Cada año me gusta más la Navidad…

-Sin luces

Me gustaría que mi pueblo/ciudad generara el premio al que menos ha adornado, al que menos bombillas ha puesto.

-Sin comilonas

Es terrible sentirse lleno, una vez tras otra.

Muy gráfico el dicho de que se sale por las orejas. Todo sale. Todo ese exceso de fin del mundo.

-Sin regalos

Por favor, ¿qué le regalas a quien lo tiene todo, a quien le salen las cosas también por las orejas?

Y si son muchos “alguienes”, peor.

-Sin mensajes

Estupideces circulantes que no sé bien qué aportan.

Una sonrisa.

Incluso una carcajada. ¡Qué bien!

Pero ¿cuánto nos restan?

Hasta el mensaje individual y reflexionado del verdadero amigo suena a “déjà vu”.

¿Cómo si no? Sí, hay tantos cientos que la cantidad mata cualquier asomo de calidad.

-Sin villancicos

Que los prohíban sin paliativos, son peores que la tuna, con esas campanitas y esas voces de buenos.

-Sin malos rollos

Que surgen por el aglutinamiento de comensales y porque hay gente durmiendo en el salón, y estar unos encima de otros, cuesta.

A partir de los 50, más de 3 son multitud.

-Sin política

Que cada vez están las cosas más exacerbadas y, en ese tema, no se puede ni entrar de puntillas.

-Sin anuncios de la lotería que todo el mundo comenta

Yo incluida, y de los que año tras año me he ido aburriendo, hasta dejar de seguirlos.

A los niños de San Ildefonso les aceptamos como a las castañas.

-Sin árbol

Porque si es de plástico, porque lo es, y si es de verdad, mejor dejar al pobre abeto en la montaña, y no muerto de calor, travestido y con zapatos malolientes a sus pies.

Podemos dejar también el champán, o el cava -“sin” polémica por favor- para brindar:

Por una Navidad “sin”

chin chin.

 

4 Comentarios

  1. Juan Pablo Gudiño

    Para algunos la navidad nos trae nostalgia, pero también esperanza por las nuevas cosas por venir. Hay mucho que conquistar lo primero la paz interior, ver en que podemos mejorarnos a nosotros mismos. Para luego poder dar nuestro granito de arena al resto del mundo. Saludos y de todos modos Feliz Navidad desde Panamá a Natalia Gómez y a todos los que seguimos este gran Blog. Dios les bendiga.

    Responder
    • Natalia Gomez del Pozuelo

      Gracias por tu mensaje Juan Pablo.
      Espero que 2020 sea un gran año.

      Responder
  2. JOSE MARIA AUSIN RUIZ

    TODO ESO ES CIERTO, QUE QUIZÁ UN POQUITO MAS MODERADO DEBÍA SER, PERO TAMPOCO SE DEBE SER TAN RADICAL Y SENTIR UN POQUITO LA NAVIDAD TAMBIÉN TIENE SU ENCANTO.
    AUNQUE EXISTEN PERSONAS QUE ESTAS FECHAS SON UN VERDADERO MARTIRIO PARA ELLAS.
    PENSEMOS TAMBIÉN EN ELLAS.

    FELIZ NAVIDAD

    Responder
    • Natalia Gomez del Pozuelo

      Hola José María, gracias por su aportación
      Feliz Navidad

      Responder

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