¿Te ha sucedido alguna vez esto?
- Le preguntas a alguien por lo que hace profesionalmente y tras diez minutos de palabras en spanglish sigues sin tenerlo muy claro.
- Tras una ronda de presentaciones no recuerdas quién es quién y qué hace cada uno. Todos sonaban igual.
- Tienes que hablar en una reunión, en clase o en un evento y no sabes cómo empezar; los latidos de tu corazón parecen ocuparlo todo.
- Por fin logras esa cita que tanto has deseado y no te sale nada que decir… Dos horas después, se te ocurre una genialidad que ya no sirve de mucho…
Todas estas situaciones, tienen la misma solución: las historias.
Doy a menudo clases de storytelling o arte de contar historias (es algo que cada vez me contratan más en las grandes empresas, por algo será…), todo el mundo entiende muy fácilmente que las historias ayudan a:
- Hablar con mayor facilidad
- Sorprender
- Divertir
- Resultar memorable
- Dejar huella…
Lo saben porque lo experimentan cada día cuando se quedan «embobados» leyendo un libro, viendo una serie, una película o atendiendo al último capítulo del culebrón que acapara el telediario.
Lo que les resulta difícil es encontrar su propia historia, o la de su producto o su proyecto y, en realidad, no es muy complicado cuando uno utiliza la metodología adecuada.
La he aplicado en numerosas ocasiones y da resultados espectaculares.
Mira un pequeño ejemplo:
Por eso he creado el taller online tu Pitch, tu Historia, para ayudar a las personas a desempolvar sus historias y saber cómo contarlas para que los encuentros (reales o virtuales) se conviertan en puertas que se abren.
SI QUIERES PRESENTARTE CON IMPACTO, PULSA AQUÍ
¿Te animas?
0 comentarios