Fuente: Moriza
La lectura es un diálogo entre dos personas (el escritor y el lector) con intereses similares que se produce en dos tiempos, el de la escritura y el de la lectura.
Si te acercas a una librería (física o virtual), a un blog o a un medio de comunicación a elegir algo para leer, te invito a pensar que:
«Cada uno de esos libros ha sido escrito por una persona como tú y como yo, una persona con una historia que contar que se sentó tras un teclado horas y horas, poniendo su alma en ese trabajo. Cada libro (…) es la labor de amor de una persona.» Sean Platt y Johnny B. Truant
Todas esas personas que han escrito sus libros están deseando que tú les escojas para mantener un rato de conversación, para comunicarse contigo.
Por eso a veces se dice que un buen libro es un gran amigo, tal vez porque ninguno interrumpe, cada uno espera tranquilamente a que el otro haya terminado su desarrollo mental para continuar.
Yo cuando leo, a ratos paro y analizo lo que me ha contado el escritor y anoto las ideas que eso provoca en mi mente. Se produce un verdadero diálogo en el que me doy cuenta de aquello con lo que estoy de acuerdo o no, lo que me emociona, lo que me hace reflexionar…
En mi caso, la lectura es una de las formas más directas de despertar mi creatividad; este post es un claro ejemplo de ello, me lo provocó la cita que he incluido antes del libro Write, Publish, Repeat, que desde aquí recomiendo encarecidamente a cualquiera que desee vivir del oficio de escribir.
Por eso se podría decir:
Dime lo que lees y te diré quién eres, qué necesitas, qué te gusta, a qué dedicas el tiempo libre.
En mi caso, aunque tengo varios libros de ficción empezados de mis escritores contemporáneos favoritos (Ford y Saramago, aunque este último ya se fue y no sé si debería seguir llamándolo contemporáneo) no consigo avanzar, en cambio devoro libros sobre comunicación y escritura, porque en este momento es en lo que ayudo a otras personas y por eso me atrae más que la ficción, porque supone una ayuda en lo inmediato, aunque también tengo un proyecto de ficción en marcha.
Por eso, tal vez nos convenga hacer un paréntesis y analizar lo que estamos leyendo en estos meses.
¿Solo mensajes de amigos? ¿O de trabajo? ¿Amor? ¿Terror? ¿Negocios? ¿How to…? ¿Cómo ser feliz? ¿A Belén Esteban?
Te dará muchas pistas sobre tu momento vital. Yo recuerdo momentos de fantasía, momentos clásicos, existencialistas, de amor, de negocios… y ahora de comunicación, por más que Ford y Saramago me estén esperando para charlar.
La práctica determina la conciencia, es decir, somos a lo que nos dedicamos. Si quieres ir hacia alguna parte, lee sobre ello, es el primer paso del viaje, la charla, el estar ahí.
Por eso cuando veo a personas cercanas que leen o escuchan a periodistas o escritores nefastos e histéricos que sacan de quicio cualquier tema, me apeno, porque esa persona mantiene conversaciones íntimas con un loco exaltado y todo se contagia.
Este año, me he propuesto seleccionar con mucho cuidado los blogs y los libros que leo, quiero elegir a aquellos que me llevan un poquito más allá, que tienen un punto de vista diferente, que me ayudan a pensar mejor, que me provocan ideas nuevas y que me sacuden las antiguas. Me gusta conversar. Me gusta leer.
Y me encanta conversar contigo. Te estaré esperando en este blog y en mis libros para la próxima charla. De aquí no me muevo. Al menos de momento.
Para estar escrito en prosa, apegado a la lógica, yo diría que este blog contiene una belleza que no se si pueda llamarla «asombrosamente poética» dado que no es una poesía, ni es similar a esta; pues la poesía no satisface necesariamente al sentido común.
Aparte de esto en uno de los comentarios de Esther leí lo siguiente (Vamos a tener que ponernos en modo “cerebro masculino”), y habla de hacer las tareas una a una, tal mención me parece una instancia confirmatoria más de la percepción que tengo de que no se conoce suficientemente los mecanismos del pensamiento humano, ni hay claridad en lo que corresponde a la cibernética diferenciada de los cerebros masculinos y femeninos, Solo un ejemplo de lo que podría lograr un cerebro bien formado, e informado además de ello femenino, «En la biblia se afirma que la túnica de Jesús de Nazaret no tenía costuras, es tradición de que aquella túnica se la confeccionó su santísima madre la Virgen María, también es tradición que se la hizo cuando Jesús era niño, aparte de la última afirmación que entraña algo de misterio, es evidente que el logro de la virgen de realizar tal túnica sin costuras constituye una hazaña intelectual, claro también podríamos explicar el hecho milagrosamente, pero ciertamente tengo razones para pensar de que aquel logro es posible dentro de la naturaleza humana, esta última afirmación la puedo fundamentar en una comparación con la afirmación de un poliglota de mi región que dijo «Todos los idiomas son el mismo, solo que se pronuncian de diferente manera» Esta afirmación implica una comprensión en su esencia de los significados, y posiblemente su interacción entre ellos por lo menos para los de uso inmediato en la vida cotidiana, Si la comprensión entre hombre y mujer requiere un lenguaje común en el que ha de haber correspondencia univoca entre el significante y el significado, hay que concluir que ambos cerebros tienen algo de común y que el sentido común o sentido lógico es posible para ambos cerebros, claro que a semejanza de lo que ocurre entre dos computadoras de hardware semejante, sus posibilidades estarán relacionadas con las tareas asignadas y con el software empleado, en la caso de la diferenciación de los cerebros masculino y femenino hay que notar que la misma supervivencia de la especie requiere que puedan cumplir eficientemente las tareas que les son necesarias para esta, la problemática social de la que todas las especies superiores tienen experiencia, parece necesitar menos masa cerebral ya que son tareas rutinarias para las cuales la inteligencia casi se ha automatizado y se expresa fuertemente en los instintos sociales, pero los problemas tácticos de supervivencia con problemas con muchos elementos y ramificaciones posibles en un desarrollo de eventos requiere una potencia de análisis notoriamente mayor, además de que para mover mayor masa se requeriría o neuronas más potentes en sus descargas, o mayor número de neuronas participantes, en cualquier caso es compatible el mayor tamaño del cuerpo masculino, con el mayor tamaño de su cerebro, y con las funciones de protector y proveedor que la realidad le ha impuesto, sobre lo que no creo que sea necesario argumentar.
Interesante reflexión sobre la lectura. Gracias Natalia.
Ricardo Moyano.
San Miguel de Tucumán, norte de Argentina.
Estoy completamente de acuerdo contigo. Al final, «somos lo que leemos», de una manera u otra. También estoy de acuerdo en que la lectura nos «nutre» cuando reflexionamos sobre ella; por eso, es tan difícil conseguirlo con la cantidad de tareas, urgencias y presiones que llevamos casi siempre. Vamos a tener que ponernos en modo «cerebro masculino», como tú dices….. 😉
Gracias.
Esther
Es necesario hacer huecos para lo importante 🙂
Un fuerte abrazo y gracias por tu aportación.
Natalia
Hace algunos años atrás, odiaba la lectura (por pura ignorancia). Luego de 3 años leyendo constantemente, afirmo que la persona que soy hoy se debe a todos los libros que he leido.
Muchísimas gracias por tu aportación y tu ejemplo, Miguel.
Un abrazo,
Natalia
Me ha gustado mucho Natalia, casi siempre me haces leerte, reflexionar y luego muchas veces me gustaría escribirte, dialogar. Lo malo son las prisas, el estrés, las multitareas del día a día nos hacen dejar de lado la lectura y nos impiden regalarnos tiempo y espacio para leer, al menos ese es mi caso. Estoy convencida que leer es tan necesario, enriquecedor y liberador como comer, dormir, etc, etc vamos me encantaría que fuese una necesidad fisiológica no prescindible ni postergable por ninguna clase de excusa ni obligación. Perdona que me enrollo mucho. Como ves tb me encanta escribir, lo malo es no tener o no encontrar tiempo. Gracias Natalia
Muchas gracias Beatriz.
Las multitareas está acabando con nosotras 🙂 Yo cada vez digo más la frase: «es que soy muy masculina, solo puedo hacer tareas de una en una, y además despacio…»
Te mando un fuerte abrazo y muchas gracias por estar ahí.
Natalia
Estoy totalmente de acuerdo contigo, NATALIA. Sé que es demasiado largo, pero esto es lo que escribí hace pocos días en mi perfil facebook y en mi blog «la otra cara de noviembre»
LEER, UNA FORMA DISTINTA DE ESCRIBIR.
Me dijo un amigo, Pepe, sabes como llegar al corazón de las gentes. Y yo pensé, ojalá fuera cierto eso que dices porque ni tengo madera de guía espiritual ni conocimientos suficientes como para impartir clases de ética y es que, entre mis defectos, que son muchos, están las dudas. Por eso a veces no sé si me quedo en el intento de escribir lo que siento o siento lo que escribo manipulado por el yugo invisible de la subjetividad. Así que cuando alguien me dice que le he tocado las fibras, no se puede imaginar ese alguien hasta que punto me está resolviendo uno de esos enigmas. Cuando alguien me dice me has llegado, lo que creo que está intentando trasladarme es que tiene la sensación que le acabo de sacar de su cerebro lo que está leyendo en esos momentos. Y es posible, porque no, que sienta lo que yo siento pero, con unos personajes distintos y en una versión diferente de la que yo imaginé. Cuando alguien me dice, que no se puede explicar mejor lo que he escrito, pasa de ser un simple lector a convertirse en un faro en medio de la noche más oscura. Porque escribir es sentirse libre, sí, bendita libertad, pero si nadie me ve yo no veo y, sin brújula, yo no podría navegar. Además sabe dios que final le esperarían a mis palabras si no hubiese habido alguien con la intención de adoptarlas y queredlas con la misma pasión que yo las creé. En un estercolero de basura tal vez, o pasando desapercibida entre toneladas y toneladas de papeles en una planta de reciclaje ajenas a todas las miradas, que ignorantes, ni se imaginan que en lo más profundo de un diminuto trozo de papel puede llegar habitar algo parecido a un alma. Sin embargo, ahora, que al leerlas ya hay amigos que la sienten como suyas, ahora que le han puesto con sus miradas sus sellos personales a cada frase y a cada historia, me siento tranquilo con saber que le han salvado la vida, porque las letras tienen vida y las que salieron de mí, ahora viven en otros corazones, los corazones de los que escriben conmigo al mismo tiempo que me leen, los corazones de mis mejores maestros. Ustedes, Gracias.
Gracias José por tu valiosa aportación.
En este diálogo yo recibo un grito de las palabras que desean ser leídas y toca con el fondo más profundo del deseo de escribir.
Sigamos escribiendo. Sigamos leyendo. Sigamos dialogando.
Natalia
Si, voy ha dedicar un momento a reflexionar sobre lo que ahora me apasiona. Que está llenando mi tiempo y si es hacia donde quiero ir. Gracias Natalia, un saludo.
Precisamente, por eso abro tu blog y leo lo último que escribiste y a veces regreso a algunos escritos ya pasados pero que me ayudan.
Me encanta cuando «dialogas» conmigo.
Un abrazo.
Es un gustazo hacerlo, Saul. Muchas gracias por estar ahí.
Natalia
¿ Y qué me dices de las personas polifacéticas, multiinteresadas en toda clase de libros?.Buen artículo.Solo no casa con los polifacéticos/as.
Las personas polifacéticas, como bien dices, están multiinteresadas y eso es igual de fantástico que cualquier otra opción. Simplemente viene bien reflexionar sobre ello y ser consciente.
Te mando un saludo muy cordial.
Natalia
Interesante entrada.Realmente nuestras lecturas de un momento determinado son el reflejo del estado personal o profesional en el que nos encontramos.
Aunque yo no lo veo como un diálogo «sensu stricto», a no ser que la escritora a la que leemos sea contemporánea y tenga un blog como éste, permitiendo amablemente el comentario del lector.
Saludos
En sentido estricto tienes toda la razón, Fernando, pero hablo de diálogo porque sus ideas provocan a las mías que se ven modificadas por sus palabras y que luego modifican a otros en mi interacción con ellos, con lo que se produce una especie de «rueda de diálogo», pero es algo metafórico.
Te mando un fuerte abrazo y gracias por tu aportación.
Natalia
Natalia, pues yo estoy encantado de poder subirme a tu rueda de diálogo.
Gracias y un abrazo.