La atención y el silencio han llevado al hombre a la luna

La atención y el silencio han llevado al hombre a la luna

El otro día, charlando con una buena amiga sobre la supervivencia o no de los libros físicos, me comentaba que el tacto y el olor del papel no son iguales a los de una tableta, y es cierto pero cuando uno lee, si se trata de un buen libro, en realidad no está en el momento físico presente, sino en el que le haya propuesto el escritor, y debería oler, tocar y sentir esa otra realidad.

En mi opinión, la interacción potente se produce entre el texto y la mente del lector. El dispositivo dependerá más bien de la situación en la que uno se encuentre.

Por ejemplo:

Si me voy de viaje y me quiero llevar 3 o 4 libros, tanto profesionales como de ocio, no lo dudaría y utilizaría una tableta.

En el día a día (una cafetería, el metro, etc.) también. Yo creo que no he conseguido terminar el Ulises de Joyce porque no me cabe en el bolso.

En cambio, en la playa o en la bañera escogería un libro de papel por miedo a estropear la tableta.

¿Es de verdad tan importante el soporte?

Yo creo que, poco a poco, cada persona leerá en un soporte diferente en función de los momentos y probablemente de los temas.

Lo que pasa es que el soporte trae de cabeza a la industria editorial porque, hasta ahora, era lo que les daba de comer y, al cambiar el modelo, cambia toda la estructura económica.

Como dice Todd Sattersten en Every book is a startup:

La publicación de libros es una tecnología del siglo XVI basada en un modelo de negocio del siglo XIX, tratando de sobrevivir en el siglo XXI.

Pero el cambio profundo para el lector no se está produciendo por el cambio de soporte, sino por la relación con el texto.

La cantidad de estímulos que recibimos cada día hace que cada vez tengamos la atención más dispersa.

Son muchos los adultos inteligentes y capaces que se declaran:

Lectores intensivos de textos cortos.

En cuanto ven un texto de más de 6 o 7 líneas, se les hace bola. Si eso les sucede a los adultos ¿qué pasa con nuestros hijos a los que les cuesta mantener la atención en la comida por estar mirando el teléfono?

La vida actual está llena de pitidos y aviso que te sacan de lo que estás haciendo de manera concentrada para que atiendas a otra cosa, si les dejamos, impiden la calma y la reflexión y anestesian la mente.

(¡Porras! Acaba de sonarme un mensaje y me he levantado a mirarlo. Cuando me he dado cuenta, he apagado el teléfono y me he vuelto a sentar a escribir.)

Por eso, cada vez más, en casi todos los ámbitos, se están produciendo trabajos de mucho impacto pero de poco calado:

  • Charlas de excelentes comunicadores llenas de fuegos de artificio pero que no dicen gran cosa.
  • Anuncios impactantes y de rodaje soberbio que se quedan colgados del tópico.
  • Campañas de marketing que llaman mucho la atención pero que no fidelizan al cliente.
  • Cine, teatro y literatura de chiste fácil y ritmo trepidante.
  • Personas que en el trabajo tiran la toalla a la primera de cambio porque, total, me puedo cambiar.
  • Relaciones con los hijos y de pareja en las que se pasa de puntillas por lo “gordo” y se acomodan en lo banal…

Aviso a navegantes: lo breve no es sinónimo de malo, pero la atención, la soledad y el silencio son los que han llevado al hombre a la luna; no el picoteo superficial.

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9 Comentarios

    • nataliagomezdelpozuelo

      Para los que no entendáis este comentario: José Luis fue uno de esos adultos inteligentes y capaces que se declaran lectores intensivos de textos cortos. Cuando me lo dijo comenté: interesante ¡eso tiene un post! y helo aquí. 🙂

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  1. María Abellán

    Yo consideró que da igual el soporte. Si lo que está escrito es de calidad. También hay que decir que el soporte no físico da más oportunidades a los escritores que están empezando. Aunque a mí me gusta mucho sentir el papel entre mis manos, no significa que reniegue del otro formato. Como tu has dado a entender cada uno tiene su utilidad.
    Un saludo.

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  2. Peter Magnus

    Es cierto, y cada día se dispersa más nuestra atención y para leer o escribir hay que deconectar móviles y ordenadores de la red, porque de lo contrario corremos el peligro de distraernos, y lo que es peor es que con el uso abusivo de los medios tecnológicos estamos consiguiendo perder esa capacidad de concentración.

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  3. un viejo y fiel admirador

    Soberbia. As always.

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  4. REYES

    Me encanta…es algo que nos preocupa dia a dia, y en lo que caemos segundo a segundo

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  5. gustavodost

    Buena entrada. La verdad es que los editores se están volviendo locos con el cambio de formato. Ahora vemos que un autor cobra 1.50 por un libro y ganas más que yendo a una editorial.
    La parte del puzle que me falta es el de la figura del editor, esa persona que te ayuda a mejorar tu libro, que esta tan interesado como tu en que tu libro sea una obra de calidad.
    La segunda mirada se pierde en la auto-edición.
    Lo breve puede ser bueno o malo. Igual que lo largo. Pero existen obras que exigen 1000 paginas. Creo que la sensibilidad la debe cultivar cada uno.

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  6. diariodeunaescritoranovata

    Una entrada estupenda. Particularmente la última frase me parece sin duda excepcional, ya que invita a la reflexión más profunda. «[…] la atención, la soledad y el silencio son los que han llevado al hombre a la luna; no el picoteo superficial». Simplemente genial.

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  7. juan re-crivello

    Relaciones superficiales, lecturas sin compromiso. Todo esta cambiando. ¿donde iremos? Apasionante digo en broma… «a un planeta de lagartos gigantes llenos de espuma, mucha colonia y fiebre ante la cultura» saludos

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