Gestiona tu tiempo para ser más feliz

Gestiona tu tiempo para ser más feliz

El estrés y el cansancio son frecuentes con el ritmo de vida actual. La principal causa del estrés es que tenemos multitud de tareas, queremos llegar a todas y, además, pasar un tiempo de calidad con las personas que nos importan. Cuando estamos estresados tenemos la sensación de no controlar nuestra vida y eso mina la calidad del día a día y la calidad de nuestra relación con los demás. Es necesario tomarse el tiempo de otra manera, no como una carrera de obstáculos; para ello, deberíamos hacer una evaluación objetiva de cómo lo usamos y replantearnos las prioridades. Cambiando algunas actitudes se puede tener una mayor calidad de vida. Encuentra placer en lo que haces Hacemos demasiado y saboreamos demasiado poco. Siempre que tenemos que llevar a cabo una tarea, podemos elegir entre dos formas de hacerla: con estrés o encontrando placer en lo que hagamos. Fija prioridades Como dice Harvey Mackoy “es importante fijar vuestras prioridades y el tiempo que estéis dispuestos a dedicarles, si no, otra persona se encargará de hacerlo por vosotros.” Qué hacer con las tareas que no te gustan

  • Puedes hacer la vista gorda.
  • Espaciarlas en el tiempo, si es posible.
  • Cambiárselas por otras a alguien a quién le molesten menos (la pareja, si la tienes, algún familiar, los hijos…)
  • Si no te gusta algo, cámbialo, y si no puedes cambiarlo, haz que te guste.

Haz listas Es conveniente tener siempre papel y lápiz (o el teléfono) a mano y cuando te atacan todas las tareas pendientes, anótalas, ya que si las pasas al papel, las sacas de la mente y ese pequeño gesto te dará mucha tranquilidad. No es necesario llenar el disco duro del cerebro con pequeñeces, mejor dejar espacio para cosas importantes. Organízate Coloca las cosas en el mismo sitio y evitarás búsquedas (y nervios) inútiles. Esto aplica a: gafas, llaves, informes en la oficina, el archivo del correo electrónico… Utiliza las nuevas tecnologías a tu favor Utiliza todas las posibilidades de la agenda del teléfono incluyendo en ella las tareas pendientes y las citas profesionales o personales y añade una alarma por defecto para que te avise un tiempo antes, así puedes olvidarte de ello sabiendo que no vas a fallar. ¡Ojo!, es muy importante sincronizar el teléfono con el ordenador para no perder nunca información importante. La compra a través de Internet también es un mecanismo interesante que convierte un trabajo de tres horas en uno de quince minutos. Puedes hacer lo más pesado online e ir al mercado o al súper a comprar los productos frescos o los caprichos. ¡Delega! Hay que saber delegar en la pareja, en los hijos, en los colaboradores, en los padres, en los amigos o en los compañeros cuando se brindan voluntariamente a hacer algo por nosotros, aunque creamos que nosotros las hacemos mejor, y es muy importante pedir ayuda cuando no llegamos. Muchas veces, en aras de una supuesta independencia, privamos a los demás del placer de ayudarnos. Deja siempre un espacio para ti Deja siempre un hueco para las actividades que te gustan (hacer ejercicio, leer, charlar con un amigo, pasear, una afición…), ya que después de realizarlas sales con energía renovada. Relájate, medita o practica cualquier otra forma de sosiego La mayoría de las dificultades y las tensiones que sufrimos tienen su origen en la mente. Si nos relajamos, meditamos, nos damos un baño, un masaje, o cualquier otra actividad que vacíe nuestra mente durante diez o quince minutos al día, podremos reducir considerablemente nuestro estrés, ya que cuando nuestra mente se calma, surge de forma natural un sentimiento profundo de felicidad y satisfacción. Cuando estés mal, es bueno decirlo El cansancio, el mal humor o las hormonas (propias o ajenas) nos juegan malas pasadas. Como es inevitable cansarse y tener malos momentos, cuando esto sucede hay que decirlo: “Hoy estoy muy cansado, no puedo”. Si intentamos parecer superhéroes, vamos a provocar incomprensión y desaliento en los demás. ¡Llora cuando tengas ganas! Si te encuentras en una situación límite, no te “tragues” las lágrimas, déjalas que fluyan (aunque tengas que esconderte) porque está demostrado en recientes estudios que te ayudarán a sentirte mejor porque las lágrimas contienen las hormonas responsables del estrés y del dolor. En general, nos falta análisis crítico de nuestro día a día; estamos metidos en una vorágine de la que nos resulta difícil salir y sería muy provechoso tomarse el tiempo para reflexionar sobre ello y cambiarlo en la medida de lo posible. Lo importante es conseguir una organización del tiempo equilibrada, con actividades variadas que no nos dejen agotados, que desarrollen nuestra parte física, mental y afectiva. “No esperes a que sea demasiado tarde, toma las medidas que necesites para que tus días sean dignos de ti, que te proporcionen placer y satisfacción ahora,[1] y no cuando sea demasiado tarde.” Extraído de mi libro Buen padre, mejor jefe.

Artículos relacionados:

[1]           Guía para padres desbordados y con falta de energía, Francine Ferland. Colección Familia y Educación, Editorial Grao, 2008.

2 Comentarios

  1. adriana garcia

    Me ha llegado como anillo al dedo !!

    Responder
    • Natalia Gomez del Pozuelo

      No sabes cuánto me alegro. Me has picado la curiosidad… 🙂

      Un fuerte abrazo y espero que ese «anillo» que te viene ahora salga como esperas.

      Natalia

      Responder

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