¿En qué decena estás? ¿Dónde estabas en las anteriores?

¿En qué decena estás? ¿Dónde estabas en las anteriores?

En estos días cumplo 50.

(Desde aquí quiero agradecer a todos las muestras de afecto recibidas y a Nuria Coronado el artículo de Diario 16 que «me ha regalado» y que muestra la cara más amable de la luna)

Si eres joven, pensarás que 50 son una enormidad, algo muy lejano. Si eres viejo, te parecerán una nadería también lejana. Tal vez sea un tiempo en el que el cuerpo todavía (¿por poco?) responde como deseas, pero la sensación de “caída” está ya presente. ¿Qué opináis los que estáis cerca?

No soy de festejar, me sirven las venturas y desventuras propias de la vida como celebración, pero sí recuerdo con precisión cuando cumplí la decena anterior y la anterior.  De las otras dos, no tengo conciencia.

Resulta interesante recordarse justo entonces, cuando cumplíamos otras decenas, en mi caso, 40, 30, 20, 10 y 0; son puntos de referencia. ¿Dónde estabas mental y físicamente en cada una de las decenas anteriores?

Yo a los 40 estaba dando paso a una nueva profesión y despidiéndome de algunos afectos para hacer sitio a otros. ¡Qué duro! Pero también, ¡qué ilusión! Una decena después, cuando alguien en mi entorno de edad habla de un nuevo afecto, el resto suele decir: ¡Qué pereza!

Cambia el dígito, cambian las percepciones.

Cuanto mayor es el número y la experiencia, menores son las necesidades de todo: retos, afectos, veleidades. ¿Camina uno hacia lo esencial?  No lo sé, pero uno nunca siente su edad por más que marque los recuerdos o más decenas que se acumulen dibujando un trazo armónico o errático.

Si uno los puntos de mis decenas se produce un gráfico así:

No sé si agarrarme por si vienen curvas, porque parece que los cumpleaños terminados en cero me sacuden. A los 40 cambié de vida, a los 30 me di de bruces con la maternidad, a los 20 con el trabajo…

Lo que uno entiende, según van pasando, es que se dejan en la cuneta muchas ilusiones, deseos y ambición.

Al que tenga pocas decenas en su “haber” es posible que esto le parezca negativo; el que tiene muchas, sabe, con cierta nostalgia, que no, que la vida es misteriosamente un círculo y que todas las edades están contenidas en el momento en el que vivimos, las que fueron y las que recorreremos. Cada una presente en su único momento posible.

Así mismo, se forma un círculo con nuestros mayores y menores, todos con su vector, coincidamos con ellos en este presente o en muchos otros.

Y tú, que compartes conmigo este espacio atemporal, ¿en qué decena te encuentras?, ¿dónde estabas en las anteriores?

4 Comentarios

  1. MARIA ANGOSTO MARTINEZ MARIN

    Hola! Yo estoy en la 5ª decena también! De las que recuerdo, la más serena, la más curiosa, la que quiere los afectos de verdad. En esta decena ya hay «obligaciones» cumplidas, la maternidad (los hijos ya no me necesitan tanto), el trabajo estable, lo que me deja más tiempo (no todo el que yo quisiera) para curiosear, aprender, descubrir, me estoy «dando cuenta» de muchas cosas…. Siempre he sido de biorritmo lento…. Y hay tanto que descubrir y aprender para mejorar! Y ya estoy en la 5ª decena! Me veo joven, me siento joven, inquieta, curiosa….. Y no tengo tiempo que perder….
    Acabo de descubrirte y estoy segura que aquí también voy a aprender! Así que GRACIAS!
    Mª Angosto M.M.

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    • Natalia Gomez del Pozuelo

      María, muchas gracias por compartir y enhorabuena por tanta energía.
      Nunca dejamos de aprender si estamos dispuestos y abiertos a seguir explorando.
      Un abrazo.
      Natalia

      Responder
  2. Angela Penelas

    Hola Natalia, no me puedo aguantar las ganas de responder. Espero que me recuerdes, fuimas compañeras hace años, cuando tío empezaba en el mundo laboral, yo estoy recien cumplida 41 madre trabajadora, ya sabes… Todo el día corriendo y con poco tiempo para hacer reflexiones de dónde estoy y dónde quiero ir, cosa que hay que cambiar porque nos come el tiempo!!!… me gusta mucho leerte 😉 cuidate

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    • Natalia Gomez del Pozuelo

      ¡Hola Ángela!

      Qué gusto saber de ti… Perdona que no haya respondido antes.

      Me alegra saber que eres madre (que eres trabajadora ya lo sabía, ja ja, ja), ¡como todas! Ains con el dichoso tiempo… y más con niños pequeños. Eso es en parte lo que me sucedió a mí a los 40, que me harté de andar de cabeza. Hay un momento en el que uno dice «basta», es un momento de elegir, y eso parte de renunciar a cosas, porque en mi opinión elegir es renunciar, y sin renuncia no hay tiempo…

      Un beso gigantesco

      Natalia

      Responder

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